El niño vago: Un álbum ilustrado sobre la importancia de ser responsable

Licenciado en Ciencias Económicas, historietista, dibujante y guionista de cómics y cuentos ilustrados, lleva afincado en Cáceres por cuestiones laborales desde el año 2004. Gran apasionado del mundo cómic desde la niñez y especialmente afín a los géneros de Fantasía Heroica y Terror. Ha publicado en fanzines extremeños desde 1997 con dispar regularidad. Además, realiza ilustraciones, retratos y caricaturas por encargo. Sus mayores influencias provienen de ilustradores del calado de Frank Frazetta, Neal Adams, John Buscema, Alex Ross, Artgem, Gerald Parel… y de escritores como Robert E. Howard, Clark Asthon Smith, H. P. Lovecraft…, entre muchos otros más. De manera continuada, colabora con la Asociación exTreBeO, de la que actualmente ostenta el cargo de tesorero. Con ellos ha publicado la adaptación al cómic de «El diablo en la botella», de Robert Louis Stevenson, «La máquina del tiempo», de H. G. Wells y «Leyendas de Bécquer», una novela gráfica conjunta con otros diversos autores extremeños. También ha colaborado como escritor y dibujante en dos publicaciones infantiles, «El dragón de los sueños» y «El dragón de los sueños: El reino de los cuentos», junto a Almudena Doncel, Silvia Pérez y Pedro Camello. Ha publicado y expuesto por diferentes rincones de Extremadura el cómic «El tesoro perdido de Larsha», enmarcado dentro de los «Relatos del trono de sangre”, situado en el ficticio mundo de Rann, creado por el propio autor (se puede leer actualmente en los números tres y cuatro del fanzine «Harto!», publicación anual de la Asociación exTreBeO). Ha realizado la portada de la novela «La desaparición del vampiro», de Julián Sánchez Caramazana. Su protagonista, Nessa, ha sido versionada por dibujantes e ilustradores regionales, nacionales e internacionales de gran prestigio También cuenta con otro personaje femenino protagonista de algunas historias denominada Mia Justice. Podréis visionar su obra en el blog www.artbytito.com

Dibujar fue siempre su mayor pasión, motivación y meta principal. Desde pequeña tuvo claro que quería ser ilustradora, tanto de cuentos infantiles como de cómics. Es muy consciente de que la infancia es una época importantísima en la vida de una persona, y por ello quiere ilustrar cuentos que disparen la imaginación de los niños, que inspiren y les haga aprender mientras se divierten. «Los niños son más perspicaces de lo que muchos adultos creen, y por ello creo que las obras infantiles deben hacerse con dedicación y esfuerzo. Si los niños leen un libro que les guste mucho, se les quedara grabado para siempre y puede ser una influencia muy positiva durante el resto de sus vidas», defiende Almudena. De pequeña era muy crítica con los dibujos que veía en libros y películas, por lo que pretende crear obras que ella misma habría elegido leer si volviera a tener esa edad.