¡Dios mío! ¡he perdido a mi abuela!

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Uno suele perder las llaves, el móvil, la clave del wifi, un céntimo de euro… ¡Pero no a una anciana! ¡¿Cómo se puede perder a una señora de ochenta años que se mueve a la velocidad de un gusano de seda?! Pues esto es precisamente lo que le sucede a Juanamari al pasar el fin de semana en el pueblo de su abuela Nuchi. La jubilada desaparece de la noche a la mañana, y para Juanamari, cuya única compañía en ese lugar es la mascota de su abuela, un perro salchicha feísimo, comienza entonces un periplo contra el reloj por localizarla antes de que regresen sus padres, no sea que, como castigo por perderla, la envíen a Inglaterra a aprender inglés (y en verano, ojo). Forzada por la situación, y alimentada solo a base de albóndigas (lo único que guarda su abuela en la nevera), la niña se recorrerá la localidad a lo "Cherlock Jolms" en busca de Nuchi. Con el perro "longaniza" siempre a su lado, en su camino se topará con personajes chiflados y vecinas esperpénticas, lo que le llevará a vivir unas experiencias absurdísimas. Al mismo tiempo descubrirá detalles de la vida de su abuela que desconocía y que la harán flipar en colores.

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Editorial:

Idioma:

Temática:

9788411554947

132

240x200

Tapa blanda con solapas

2022-12-01 10:20:44

Grupo Editorial Círculo Rojo SL

Español

Infantil y juvenil: no ficción general (YN)

Luis Chacón de la Torre es licenciado en Ciencias Ambientales, y aunque en el trabajo es prudente y cabal —más serio que un empleado de funeraria—, en sus ratos de ocio libera al ganso que lleva dentro y plasma sus ocurrencias y «tontás» en el papel. Pero como él mismo dice: «mejor eso que estar por las calles delinquiendo, ¿no?». A raíz de esta pasión, en 2010 gana el Concurso Nacional de Cuentos Infantiles Félix Pardo, con La historia de Pepillo de la Torre, el pajarito que no sabía volar. El problema es que el jurado calificador le ve potencial y lo anima a escribir más historias, y él se viene arriba y se pone a escribir como un poseso. Como consecuencia, en 2015 publica Las siete vidas de Mawiwi, un cuento con ilustraciones (las cuales él mismo elabora), donde narra las vivencias de un gato muy tonto y muy loco que no para de morir de forma absurda. Los beneficios del libro decide donarlos a asociaciones con fines solidarios, como A-Down, Pueblos sin Fronteras, Proyecto Lydia, Afibroval y Natividad de María. En 2018, sale a la luz ¡Dios mío! ¡He perdido a mi abuela!, otro libro con alegres dibujos y desternillantes textos cuyos beneficios destina a la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Este relato, además, es finalista en el Premio Best Seller 2019 en la III edición de los premios Caligrama, cosechando muy buena crítica en redes sociales. En 2020, publica un tocho de libro, Los jubilados los carga el diablo, dirigido a lectores adultos y empleando un sentido del humor gamberro, sarcástico y deslenguado y, sobre todo, muy manchego, plasmando la jerga de la gente de campo, con sus expresiones de pueblo y sus miles de patadas al diccionario. Los beneficios de esta obra los destina a ROSAE (Mujeres Afectadas de Cáncer de Mama). En mayo de 2021, Luis Chacón es invitado a la apertura del programa En Compañía, de CMMedia, la televisión pública de Castilla-La Mancha, para promocionar Los jubilados los carga el diablo, junto a Ramón García, el popular presentador. Como anécdota, al finalizar el programa una anciana llamó para pedir el teléfono «del chiquete del principio», porque le había gustado, y Ramón le tuvo que decir que el joven no había acudido allí para buscar pareja, lo que chafó a la señora. A principios de 2022, el autor publica Peripecias de un niño tiquismiquis, donde narra la vida de un niño de cara angelical y ojillos chisposos (pero con más peligro que Thanos con un guante de gemas). En este cuento, Luis relata las trastadas, ocurrencias y travesuras de Gus, el crío protagonista, todo ello acompañado de divertidos dibujos, es decir, en su línea. Los beneficios del libro los dona en esta ocasión a CÁRITAS. Ahora, a finales de 2022, y dado el enorme éxito que tuvo ¡Dios mío! ¡He perdido a mi abuela! entre el público infantil, Luis Chacón lo reedita, esta vez en formato apaisado y de mayor tamaño (para apreciar mejor los dibujicos). Los beneficios de este cuento los destina a NATIVIDAD DE MARÍA, para aportar un granito de arena a la sociedad y conseguir un mundo más equilibrado y acogedor. Una razón más para comprarlo.

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