Ahora que tienes esto entre tus manos… debes saber algo. 500 cartas sin remitente no es como estar a “3 metros sobre el cielo”. Estas cartas están llenas de realidad. Y entonces ellas existían tales emociones como para parar un tren. No voy a venderte la moto para decirte que hay que ver el lado positivo de las cosas, porque realmente, yo no lo hice. A mí me han enseñado desde abajo del pozo que cuando subes de tal ostia que te metiste contra ese suelo frio, oscuro y tan poco acogedor valoras más cada día que pases lejos del sufrimiento. Este libro muestra un año de mi vida. El más duro y con diferencia. Supongo que por eso le tengo tanto cariño es una muestra de realidad ante una montaña rusa de sentimientos que por suerte o por desgracia más de uno os sentiréis identifcados. Así que allá va. Ábrelo y que se te remueva hasta el estómago. Llora, llora mucho y desahógate. Yo tuve que hacerlo para cambiar de libro. Todo va a ir bien, ya lo verás.
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