Desahogarse en silencio cuando sientes que el mundo te da la espalda en una nación, en un país, que da más valor a la cobardía, a la falsedad o a profesar juicios de valor sin sentido. ¿Qué hay de malo en tratar de cambiar el rumbo de un corazón agarrotado por el llanto de esto a lo que llamamos humanidad? Cambiar ese universo personal con la intención de buscar, aprendiendo a caer sin temor a levantarse, aprendiendo a amar sin lastimarse y sin perder las ganas de ilusionarse. Este es un libro lleno de romanticismo escrito tras momentos de flechas y Cupido. En este espacio lo único que hay es agua, fuego y mucho sosiego, dedicado a los que han amado, y siguen haciéndolo, a pesar de haber probado varias veces el fango.
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