Introduzca el email con el que se registró y le enviaremos el nuevo password
Nuevo Cliente
Cliente Registrado
Antes y Después de los Mass Media.Actores y estrategias comunicativas
José María Imízcoz Beúnza (Autor)
Leyre Arrieta Alberdi (Autor)
José Angel Achón Insausti (Autor)
26.00€
COMPRADOS JUNTOS HABITUALMENTE
La eficacia de los derech... Mª Isabel Garrido Gómez Precio: 10€
El juez legal Ulrike Müßig Precio: 39€
El Ombudsman Ana María Moure Pino Precio: 15.2€
Ley Concursal: Ley 22/200... María Antonia Lopo López Precio: 16€
Tratado de criminología ... César Herrero Herrero Precio: 45€
Introducción al urbanism... José Luis Vicente Palencia Precio: 20€
La medicina ante el derec... Federico de Montalvo Jääskeläinen Precio: 12€
NULIDAD DE MATRIMONIO Y P... C. M. Morán Bustos Precio: 55€
PSICOLOGÍA E INVESTIGACI... José Ibáñez Peinado Precio: 40.5€
Sinopsis
Fue el arquitecto Cedric Price quien, en una conferencia en 1966, lanzó la cuestión tantas veces repetida después: «Technology is the answer... but what was the question?». La reflexión es más pertinente que nunca. Pues bien, la pregunta a la que responde la tecnología no puede ser otra que la que le formulan los actores sociales a través de sus proyectos y expectativas. Dicho de otra manera, son esos actores los que dan sentido a los avances tecnológicos, que así se convierten en cauces para sus expectativas. Es verdad que la relación entre tecnología y sociedad es mucho más rica y compleja y que no puede ser resuelta en formulaciones causa-efecto, ya partan de un lado o del otro. Pero lo que aquí queremos recalcar es que el cambio social nunca ha sido sólo el precipitado de una evolución tecnológica. Ni en el ámbito de los procesos de comunicación ni en ningún otro. Antes, durante y después de los mass media, ha habido, hay y habrá actores sociales con sus problemas, proyectos y expectativas que han dado y darán sentido —conscientemente o no— a esa evolución técnica. De hecho, pretender lo contrario —por ejemplo, que el futuro de los procesos de información dependa sólo de la adopción de nuevas tecnologías— es también una opción social, y nada inocente por cierto.