Ven, lluvia amiga. Llégate de donde vinieres, trae tu música hasta mi
ventana. Yo te escucho. Te escucharé siempre con devoción y amor.
Ven, lluvia del sentimiento. Tu voz familiar es un descanso para mi
corazón
*
Nada es el hombre sin la naturaleza de su entorno, si bien lo pensamos.
La adopción del paisaje es, creo, uno de nuestros primeros y más
sinceros ritos iniciáticos
*
El primer hombre se habrá hecho compañía a sí mismo. Ahí nació el
Otro.
Y todo lo demás ya será complementario
Aún no hay valoraciones. ¡Sé el primero en valorar este libro!