De esos momentos en la vida en los que los palos vividos te hacen esconderte bajo una coraza, creyendo que ese es tu nuevo yo, frío y distante, aceptando que jamás volverás a ser la misma persona. Pero la vida te sorprende cuando menos te lo esperas. De repente, llega alguien y lo que creías que era hielo se derrite ante ti sin que tú mismo te des cuenta, y vuelven a florecer aquellos campos áridos. Vuelve el amor, ese amor que no deja dormir, que te provoca un cosquilleo, ese amor de dos caras, el que te hace sonreír y derramar alguna que otra lágrima, a veces producto de esa lucha interna de nuestros valores, miedos e indecisiones. Los pocos que han leído algunos de estos poemas dicen que es la historia de mi vida, yo nunca les respondí. Siempre digo que es la historia de la vida de un cualquiera. ¿Tu vida? ¿La mía? ¿Un sueño? Quién sabe…
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Editorial:
Idioma:
Temática:
9788419906991
128
127x203
Tapa blanda con solapas
2024-01-05 13:10:56
Caligrama
Español
Poesía (DC)
<span style=\"font-size: 11pt; line-height: 107%; font-family: Arial, sans-serif; color: rgb(34, 34, 34); background-color: white;\">Tras estas letras se
refugia un chico de treinta y dos años, un chico cualquiera. Un privilegiado de
haber nacido en una familia que siempre le dio mucho amor y que es el pilar de
lo que es. No fui un estudiante brillante y perdí el tiempo muchísimas veces,
pero, sin duda, ese tiempo perdido me sirvió para llegar a donde estoy. Siempre
me gustó emprender, he probado miles de cosas, algunas con éxito y otras con
fracaso total, pero así es la vida. Escribir me servía para desahogarme. Soy de
esas personas que se guardan las cosas para sí, por eso encontré en la
escritura una forma de entenderme, de expresar todo lo que siento con total
naturalidad. Es una forma de alivio. Sin propósito alguno de que lo escrito
viese la luz, un día entendí que estas historias no se diferencian de las de
cualquier otra persona, por lo que, de una forma u otra, quise compartir estas
palabras, por si a alguien le pudiesen servir. Cuando estamos mal, cuando
pasamos por una etapa delicada, una de las mejores curas para esos momentos es
la de sentirse escuchado, sentirse entendido, comprobar que no eres la única
persona a la que le pasan esas cosas.
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