Si a alguien se le escapa que vivimos en un momento crítico, es que no vive en este mundo. La mente sirve también para eso, para evadirse, para engañarse y engañar a los semejantes; pero su misión natural es situarnos en la realidad, evaluar nuestras acciones y nuestras posibilidades y movilizarnos hacia una acción inteligente: ese es su sentido en la gran historia de la supervivencia de las especies. Quien entiende la supervivencia como una lucha individual frente a los demás y frente al mundo es que desconoce absolutamente la historia natural y el puesto que ocupamos en ella. Tener una conciencia correcta de la realidad es una premisa necesaria para afrontar esta realidad; por eso hoy, ocho años más tarde, me veo obligado a reclamar, de nuevo, una Democracia Mundial como la única respuesta inteligente frente a las amenazas al futuro de nuestra especie
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