Queridísimo lector, si quiere saber de qué va este libro, léaselo. Bastante he hecho yo ya con escribirlo como para encima tener que facilitarle la sinopsis. Me declaro incapaz. Y si me permite un consejo, cuando termine el libro, si es que lo termina, márchese a dormir y no piense en nada. Si desea conocer a los personajes que intervienen en esta historia, lo están esperando, por orden de aparición: Lupe Trigo, la puta errante, un padre muerto por entregas de epitafio, Jeringo Blu, Lánido Rusini, el mayordomo Caro, Alfredetto Ganso, Guan de Namber, Agradable Bolteró, Freeberto, el doctor Franz Chantillí, Grávido y Tizonte, el chapuzas autónomo, Cristina, otra Cristina, Cálori Vespa, Titi Anacorda, las chicas en bikini y un protagonista a punto de dormirse cuyo nombre desconozco porque no encontré tiempo para inventármelo y ahora ya es demasiado tarde. Salud.
ISBN/13:
Num. Páginas:
Tamaño:
Encuadernación:
Año:
Editorial:
Idioma:
Temática:
9788411558020
230
127x192
Tapa blanda con solapas
2023-01-27 15:57:13
Grupo Editorial Círculo Rojo SL
Español
Ficción moderna y contemporánea (FA)
La verdadera procedencia del escribidor de estas sucias páginas ni el mismo personaje en cuestión la conoce. Algunas voces inseguras declararon que puede ser original de alguna isla del Pacífico, de un punto indefinido entre Mongolia y la Siberia, de Groenlandia, Canadá o Alaska. Hay incluso quien sugiere que vino del Sáhara. El caso es que desde que perdió las plumas de indio o el turbante tuareg, no se sabe, se siente incómodo en casi todas partes y, a menudo, experimenta unas insoportables ganas de salir corriendo. Como no existe cronista que registre su biografía, él mismo tiene que recurrir a la tercera persona del singular, cosa que, según sus rudimentarios cronistas oficiales, le resulta del todo absurda. Está lleno de dudas, no puede evitar que un mal sabor le acuda a la boca cuando no haya ninguna triste historia que llevarse al folio, conserva una pequeña esperanza de encontrar algún día sus plumas. Como lo único claro que tiene en esta vida es que no quiere dar un palo al agua, intenta aguantar agarrado a una lista de interinos y probar suerte en el mundo de la bicicleta, de la literatura barata y de las pensiones no contributivas. Si se lo cruzan por la calle, cámbiense de acera, porque al más mínimo descuido, les meterá las manos en la cartera, y con las mismas manos todavía dentro del bolsillo les preguntará si tienen un cigarrillo.
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