El niño y el dragón

¿Quién osa interrumpir el descanso de Dräk, un solitario dragón que habita en los bosques de Noruega? Pues Bruno, un niño invidente que se ha topado con él al extraviarse de regreso a casa. ¡Menudo peligro! O tal vez no... Quizá este accidental encuentro mejore sus vidas para siempre. Adéntrate en esta entretenida historia de autoconocimiento, sobre la amistad y contra todo tipo de prejuicios limitantes, para enseñarnos a percibir el mundo con otros ojos. RESEÑA DE EDITOR: Acabar con los prejuicios de la manera más divertida con "El niño y el dragón" Los prejuicios no son más que miedos disfrazados, pero sin duda son limitantes y logran que una persona crezca menos de lo que podría, ya que actúan como freno al pleno desarrollo intelectual, profesional y emocional. No cabe duda de que esta aprensión nace en la infancia, la etapa más importante para el desarrollo del ser humano. De ahí nace la importancia de "El niño y el dragón", el fantástico cuento escrito por Juan Carlos Aneiros Rubio e ilustrado por Pilar Sánchez Díaz. Una obra que cuenta la historia de Dräk, un solitario dragón que habita en los bosques de Noruega y que, de casualidad, conoce a Bruno, un niño invidente que se pierde de camino a casa. Lo que en principio parece una situación peligrosa, acaba mejorando las vidas de ambos para siempre. Mediante unas bellísimas ilustraciones, un ritmo ágil e intercalando de manera sublime el divertimento y la sensación de aventura clásica, el autor consigue hablarnos de un buen montón de valores muy valiosos para los niños y niñas: la amistad, el autoconocimiento, lo innecesario de los prejuicios limitantes y muchas otras enseñanzas útiles para esos hombres y mujeres del mañana. Además, gracias a una historia notablemente narrada y al ser muy visual, emotiva y a incluir pequeños giros imprevisibles, "El niño y el dragón" es un cuento ideal para que los pequeños de la casa se relacionen con la manera de manera sana y lúdica con la lectura: que la vean como un mundo apasionante a descubrir y no como algo tedioso. De este modo, estamos ante un cuento ideal en su equilibrio: entretenido, accesible, atractivo visualmente y lleno de valores provechosos a todos los niveles. Excelente.