Tras las Notas deshilvanadas de una niña que perdió la guerra (Comares, 2007) los recuerdos de Tica continúan. Zarpan de Bilbao en 1940 con destino a Nueva York, donde llega con 10 años. Fascinada por las luces de la ciudad de los rascacielos, y a través de su mirada, veremos la evolución de la familia, así como la suya propia. Cada uno va buscando su sitio, cómo recomponer y rehacer sus vidas, tan lejos ya de su Huerta de San Vicente, y de Granada, y de España?, pero siempre en contacto con la intelectualidad española en el exilio: la familia De los Ríos, Jorge Guillén y el pintor Fernando Teixidor, entre otros.
Rodeada siempre de un halo de silencio, observa todo a su alrededor y nos ofrece una crónica de lo cotidiano, no sólo de su familia, sino de otros exiliados con los que conviven muy de cerca. Hacia 1954 regresan a España, al igual que otros exiliados. La historia familiar sigue su curso, con el inevitable trasfondo del dolor de la Guerra, la pérdida del padre y la figura de tío Federico siempre presente de un modo u otro.
Aún no hay valoraciones. ¡Sé el primero en valorar este libro!