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Estética ecológica y filosofía de la historia (Hermenéuticas contra la Violencia III).
Teresa Oñate y Zubía (Autor)
26.00€
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Sinopsis
La impagable labor en la Hermenéutica Crítica llevada a cabo por Teresa Oñate nos requiere, especialmente en este volumen, a caminar por las sendas de la Estética Ecológica y de otra Filosofía de la Historia. ¿Cabe un modo de pensar la Historia que pueda dar lugar a la resurrección de los futuros anteriores, que pueda fecundar el mundo de posibilidades que no se determinen desde la mera novedad o por la impía aniquilación de los pasados? ¿Cabe una racionalidad que pueda dar voz a los que no la tienen, a los vencidos y a los muertos? ¿Por qué la hermenéutica es la única posibilidad que tenemos contra la violencia? A través del Aristóteles Griego, el Nietzsche del Eterno Retorno, el Segundo Heidegger, Gadamer y Vattimo, Lyotard y Deleuze, entre muchos otros/as, la Historia lineal diacrónica del Progreso ha quedado deslegitimada como único modo posible de comprender, no sólo el tiempo-espacio planetario, sino la Historia y el Acontecer mismos. ¿Reconoce el hombre de nuestro tiempo dónde vive, cómo ha llegado hasta aquí? Nuestro tiempo-espacio parece encontrarse bajo el signo de la encrucijada, arrojado a enfrentar la imposibilidad de que todas las violencias en las que arraiga nuestra racionalidad sigan imperando sobre el ser en su constante desmesura, ahora que su falta de límite se ha desvelado como el mayor de los peligros. Es tarea del pensamiento desactivar su raíz, dislocar y debilitar las armas de la violencia multiforme alterándola desde la piedad de aquellas racionalidades ya dadas que se constituyen y reúnen en la pluralidad sincrónica, comprendiendo la inocencia de la vida que sólo puede ser con los otros y por la diferencia que nos enlaza. Pues lo no-dicho y lo no-pensado por la luz de la razón nos interpelan ahora como nuestra única oportunidad. Tan sólo es preciso escuchar. También el silencio. Los mundos de la vida ecológica nos llaman, entonces, desde el fondo de la voz de lo posible para volver a habitar la Tierra Celeste. La Tierra Sagrada que necesita descansar en el misterio que se nos envía como una bendición. Al arte compete interpretarlo. A la poesía y el pensamiento decir su palabra a una nueva asamblea de los hombres y las mujeres venideros: más libres. Capaces de asumir la medida del ser.