La Quimera Azul

Carlos Navarrete Miró

15.00€

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Sinopsis

Este poemario comprende poemas inéditos de Carlos Navarrete Miró, los cuales compuso entre los años 1958 y 1959. En ellos refleja su hondo pesar por la juventud perdida…de un mundo perdido, Asimismo, es una queja profunda y lastimera del desamor de juventud. Eran esos años en la vida de Carlos el despertar de su genio creador, como una fuente que manaba sin cesar, entregándose en gozo a la vida. Como dice mi padre en el poema del mismo título: “Mi corazón está en un lejano país diminuto y alegre”… el país de su niñez y juventud, cuando se ve todo con ojos llenos de magia. Este libro posee un sabor agridulce…por un lado la triste nostalgia de lo perdido…el desengaño, el dolor más terrible de una pérdida…la burla atroz del horror del alma humana; Por otro, el encanto, el candor y la inocencia puros de sus canciones. El alma del poeta divaga en la profundidad de su pena, pero también en su inmensa alegría de vivir. Adentrémonos pues en el universo de Carlos, en el ayer pero que siempre estará presente en nosotros, gracias a esta obra. Marita Navarrete Navarro, hija del autor. La quimera azul en paypal: https://www.paypal.com/es/cgi-bin/webscr?SESSION=eXHYiCu7_wjuA9WAdWzYBdmMRN8_279FK6kkqyfZY1i5TSrpcPkSNhgRij8&dispatch=5885d80a13c0db1f8e263663d3faee8db8175432b4df92754f4b4adb5a123d61

Ficha Técnica

ISBN/13:

Num. Páginas:

Tamaño:

Encuadernación:

Año:

Editorial:

Idioma:

Temática:

9788417808051

150x210

Tapa blanda con solapas

2019-02-15 15:59:27

Punto Rojo Libros S.L.

Español

Poesía (DC)

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Acerca del autor

Carlos Navarrete Miró Autor

Carlos Navarrete Miró nació en Sevilla el 13 de enero de 1939 y falleció el 29 de enero de 2018. Con 18 años escribía poesía, ya también inició su andadura como pintor. Fue catedrático de Filosofía y Letras, ejerció como profesor más de 33 años en Sevilla. Poseía un don creativo único, que ya desde muy joven causó sensación en charlas de café en Sevilla. Fue un hombre muy sencillo, que guardó para sí y sus más íntimos su obra pictórica y poética inmensa. Nunca intentó la publicar, porque era muy humilde. Veía la vida con ojos de asombro, como un niño creador; Pintar y escribir era como un juego gozoso para él. Siempre me decía en nuestros paseos que ese niño siempre le acompañaba. Fue un hombre que ha dejado una profunda huella en todos los que tuvimos la suerte de estar con él y conocerlo.