Las rimas que lograron escapar

Esther García González Mario Gargon

13.95€

Cantidad

Cómpralo ya en eBook:

Sinopsis

¿Qué ocurriría si un rey malvado consiguiera entrar en nuestro cuento poniendo todo patas arriba? ¡No os preocupéis! Si las rimas lograron escapar, tú también podrás. Un relato rimado que ayudará a esos locos bajitos y, por qué no, también a quienes han cumplido más primaveras para enfrentar contratiempos, al mismo tiempo que los impulsa a mirar al futuro, a un futuro de reencuentros, de familia, de juegos...

Ficha Técnica

ISBN/13:

Num. Páginas:

Tamaño:

Encuadernación:

Año:

Editorial:

Idioma:

Temática:

9788418311031

210x210

Tapa blanda con solapas

2020-09-21 10:15:04

Mr. Momo

Español

Poesía (infantil/juvenil) (YDP)

Clientes que han visto este libro también han visto

No hay libros relacionados

Acerca del autor

Esther García González Autor

Del sur, de siempre. Nació en 1979 rodeada de libros de Machado y de canciones de Serrat. Su vida se cuenta en Puerto Real, Cádiz, donde creció junto a sus hermanos, guiados por sus dos "maestros", quienes les enseñaron el mundo, un mundo libre, igualitario y "buenagente". Maestra desde hace quince años, de aquellas que disfrutan en la escuela, inventora de ideas para despertar sus clases, cargadas de valores. Y esos valores la han lanzado a crear su primera obra infantil, "Las rimas que lograron escapar", inspirada en su hija, Zahara, y en su alumnado, para ayudarlos a mirar atrás y coger impulso.

¿Se pueden pintar las letras y escribir las imágenes?… Como en tantos capítulos de la historia, solo lo descubres cuando lo intentas. Soy diseñador y creativo publicitario. Mi infancia son recuerdos de un patio, aunque en este caso de Puerto Real. En realidad de patios, y en todos había risas, pinturas, familia y dibujos. En el de mi casa, con acuarelas y mis hermanos; en el de mis abuelos, con ellos y los carboncillos. Sin olvidar las calles de Zahara y las conchas pintadas a mano. Después de estudiar Arte en Salamanca, Sevilla, Palermo y Barcelona, tenía que cerrar uno de los círculos de la infancia, dibujar con mi hermana en el patio de mi casa.