Maya y el espantapájaros

Junto a la casa, en un huerto abandonado, vive desde hace mucho un viejo espantapájaros. Tiene una garrafa de plástico por cabeza y, sobre esta, un sombrero de paja deshilachada. El pobre lleva allí olvidado tantos años, aburridísimo, que no logra recordar ni su nombre. Pero la visita de la pequeña Maya cambiará su forma de entender la vida para siempre. Un cuento infantil sobre el paso del tiempo, esencial para descubrir la importancia de valores como la empatía y el respeto hacia los demás. RESEÑA DE EDITOR: El cariño y el respeto a nuestros mayores en "Maya y el espantapájaros" Los niños y niñas encuentran en los cuentos infantiles, álbumes ilustrados y cómics la herramienta ideal para aprender los valores necesarios para ser adultos respetables el día de mañana. Mediante un tono distendido, una historia bonita o divertida y unos simpáticos dibujos, los pequeños aprenden las enseñanzas que les diferenciarán en el mundo de los mayores: educación, tolerancia, empatía, cuidado de la naturaleza, de los animales, etc. Uno de estos principios más valiosos es el respeto a los mayores, y es que nuestros abuelos a menudo se sienten desplazados, fuera de lugar o que ya no tienen un sitio relevante en la sociedad o en el núcleo familiar. De un tema tan importante como ese, aunque mete muchos otros igualmente importantes, habla "Maya y el espantapájaros", un notable cuento infantil escrito por Matilde Veiga Alén y genialmente ilustrado por Paula Vidal Tamarit. El cuento narra la historia de un viejo espantapájaros que vive junto al huerto abandonado de una casa, con una garrafa por cabeza y un sombrero de paja deshilachado. El pobre lleva tantos años abandonado en el mismo lugar, que no recuerda ni su nombre. Sin embargo, todo cambiará cuando una niña llamada Maya vaya de vacaciones a la casa, entonces el espantapájaros cambiará su forma de entender la vida y descubrirá de nuevo el cariño, la atención y cómo la vida puede volver a ser bella aunque seas mayor y estés apartado. De manera magistral y con magnífico tacto, Veiga Alén nos habla sobre la vejez, el paso del tiempo y la importancia de pasar tiempo junto a nuestros mayores, además de redescubrirnos sus necesidades emocionales. Un cuento redondo que se apoya en las fantásticas ilustraciones de Paula Vidal Tamarit y que significa una obra preciosa, entretenida, emotiva (aunque nunca pedante) y ágil sobre una cuestión aplicable a la mayoría de nosotros: la atención a nuestros mayores. Más allá de su preciosa metáfora, "Maya y el espantapájaros" es un cuento tan visual y entretenido que también será un vehículo de entretenimiento ideal para los niños y niñas de entre 7 y nueve años. Excelente.