Nino

Guillermo Tangelson nació el 9 de mayo de 1975 en Luján de Cuyo, provincia de Mendoza (Argentina), y tres meses después ya estaba volando con su familia a México, donde vivió once años Cuando volvió a Argentina, empezó su relación con la literatura. Comenzó a escribir cuentos y abandonó la poesía para siempre. En Secundaria dirigió una revista literaria bilingüe llamada “Le Puchero”, junto a Jean-Michael Colle, su profesor de Filosofía, y a sus amigos de la escuela. Luego hizo la carrera de Ciencias de la Comunicación, especializándose en Periodismo, y está terminando la maestría en Comunicación y Cultura en la UBA. Actualmente es docente en la Universidad Nacional de Lanús, donde, además, dicta un Taller Literario y es director de Cooperación Internacional. También es el representante de la editorial de la Universidad Nacional de Lanús ante la Red de Editoriales de Universidades Nacionales (REUN), como miembro del comité ejecutivo. Participó como alumno de varios talleres literarios, entre ellos están los de Elsa Osorio, Diego Paszkowski, Pablo Ramos, Silvia Schujer, Samanta Schweblin y Vera Giaconi. Sus cuentos fueron publicados en dos antologías: “Nuevas Narrativas. Historias Breves” (I y II), de la Colección Clásica y Moderna. En 2004 ganó el segundo premio en el concurso “Violencia, nunca” de la Fundación Lebensohn con su cuento “Avestruz”. Y en 2009 ganó el concurso de relatos de viaje Moleskin, de la editorial Vagamundos (España). Publicó en la editorial EDUNLa la trilogía “Y un día el mundo se hizo desierto”, “Los días del mundo peregrino” y “El mundo que llegó tarde”. Su novela “En el corazón de la lluvia” resultó finalista del premio “El Barco de Vapor”, de la Editorial SM. En 2015 su novela “La media izquierda del campeón” resultó finalista también en “El Barco de Vapor”. Ya ha sido publicada. En 2016 publicó en la editorial EdUNLa “El barrio de los chicos sin sueños”. Algún día, Guillermo planea ser saxofonista, compositor, inventor, guionista, dirigir un programa de radio y tener una banda. Mientras tanto, se dedica a criar a sus hijos, Lucio y Joaquín, que lo colman en el mejor de los sentidos.