El sufijo "ario" en los sustantivos significa, entre otras cosas, lugar donde se guarda. Así campanario es el sitio donde se guardan campanas, relicario será el lugar lleno de reliquias. Siguiendo esta regla Palabrario es el lugar, el recipiente para las palabras. Ya sabemos, pues, para qué sirve. Ahora sólo hay que buscar palabras susceptibles de ser guardadas en semejante talega. Todo es lícito: cambiar acentos, transformar grafías, valerse de etimologías totales o parciales, y sobre todo lo que las palabras puedan sugerir. Así combinando días de nada con otros de poco y con algunos de buena cosecha, se va llenado el receptáculo hasta quedar de esta guisa que aquí se presenta.
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