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ISBN/13: 9788418070792
Num. Páginas: 32
Tamaño: 210 X 210 mm
Año de publicación: 2020
Editorial: Mr. Momo
Categoría: Cuestiones personales y sociales: autoconocimiento y autoestima (infantil/juvenil)
Noelia Cesteros es profesora de danza especializada en el público infantil. Su pasión durante los últimos once años, impulsada por el nacimiento de su primera hija e ilustradora de este cuento, Daniella, ha sido el desarrollo emocional y, por ello, ha creado un método de baile llamado Coreokids, que combina sus tres pasiones: los niños, la danza y las emociones. Este método está cosechando un gran éxito en la comunidad de Madrid y miles de niños y niñas ya se están beneficiando de sus divertidas y enriquecedoras dinámicas.
Cantante del grupo Diverplay y compositora de todas sus canciones, incluidas las conocidísimas "El baile del cuerpo" y "Yo soy fuerte", combina los escenarios con las tablas de la sala de danza y la crianza de sus tres hijos. Su propósito es mejorar la vida de sus alumnos mediante la gestión de las emociones. Vencer la timidez, mejorar la autoestima y valorar las cosas sencillas son algunas de las enseñanzas que sus alumnos aprenden en las clases.
"Pilas, el robot" forma parte de una serie de cuentos que ayudarán a padres y educadores a afrontar temas tan interesantes como la expresión de emociones, la gestión de un uso excesivo de las nuevas tecnologías en la infancia o la empatía. Además, cada cuento se enlaza con una canción y su propia coreografía, que ayudará a fijar aún más el aprendizaje.
Daniella Barahona nació prematura después de que su madre sufriera una grave enfermedad en el embarazo, que comprometió ambas vidas. Afortunadamente, todo salió bien, y aquella experiencia que marcó la vida de sus padres, fue el impulso para una relación excepcional enfocada en sacar lo mejor de la vida.
Hoy Daniella es una feliz niña de once años que, desde siempre, ha mostrado un gran interés en las artes: danza, pintura, música. Pasa horas en su cuarto rodeada de rotuladores, pinturas y cuadernos, y sus padres han tenido que habilitar una habitación en su casa para manualidades que, los fines de semana, su madre y ella dejan repleta de purpurina, goma eva y cartulinas de colores. Eso, cuando no está bailando o aprendiendo a hacer acrobacias aéreas.
Daniella ha acompañado a sus padres de gira por toda España, por lo que se puede decir que ha crecido sobre los escenarios. Además de cantante de varios videoclips del grupo Diverplay, estudiante de doblaje y muy responsable en sus tareas del cole, Daniella, a sus once años, es una pequeña aprendiz en gestión emocional y, lo más importante, con una gran curiosidad por seguir aprendiendo.