Un abogado en Machu Picchu

Natural de Linares (Jaén), cursó estudios de Derecho en la Universidad de Granada, en la que obtuvo la licenciatura (1991), ciudad en la que, posteriormente, se formó, como pasante, en la abogacía. Colegiado como abogado ejerciente en Almería en enero de 1994, desempeña, desde entonces y hasta ahora, su actividad profesional en su tierra de adopción, que siente como propia, de la que se enorgullece y presume, tanto como de su lugar natal, en cuanto tiene ocasión de ello. Desde siempre ha sentido inquietud por la lectura y la historia, que han constituido dos de sus grandes pasiones. La primera le ha proporcionado múltiples universos paralelos, y la segunda lo ayuda a mantener los pies en la tierra. Pero, por encima de todo, su verdadera inclinación se dirige simplemente a vivir, actividad a la que se dedica con ahínco y a la que intenta dedicarle cada vez más tiempo. El senderismo y la naturaleza vienen ocupando también sus ratos de ocio, habiendo hallado en esta última el sosiego y calma que lo mantienen en equilibrio. Y, en aquel, el tiempo y espacio precisos para pensar y reflexionar. Las relaciones humanas llaman poderosa y progresivamente su atención, encontrando en el trato y conversación con gentes de cualquier índole y condición variadas perspectivas de entender el mundo y la vida, algo que aprecia con enriquecedor interés. Con esta primera novela, ha pretendido acercar la realidad de la abogacía a quienes no están familiarizados con la misma, presentándola de forma natural y llana, alejada de la pompa, el aparente esplendor y el formalismo con que suele percibirse en ocasiones desde la distancia. Dejaremos a un lado las togas, las solemnes salas con estrados y sillones aterciopelados, el enrevesado lenguaje jurídico, y nos asomaremos a la verdadera y auténtica trastienda de una profesión exigente cuyo desempeño solo puede explicarse desde la sentida vocación y la evidente valentía de quienes la han elegido.