Aunque Igraine aún lleva poco tiempo viviendo con su novio, un exitoso publicista al que conoció durante su etapa universitaria, la convivencia ya se ha vuelto asfixiante: él no colabora en absoluto en la rutina doméstica y, para colmo, ella acumula demasiados meses en paro. Hasta que, un día, recibe una modesta oferta laboral para impartir clases particulares de gramática y literatura a Arturo, un chico de diecisiete años con más capacidades académicas de las que, en principio, demuestra.
La relación entre alumna y profesor será el inicio de un viaje emocional único para Igraine: una experiencia de descubrimiento interior que cambiará la vida de ambos para siempre. Porque hay personas que pueden salvarnos tan solo con su presencia.
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