Cristóbal Colón es uno de los personajes más estudiados de la Historia y, sin
embargo, nadie hasta ahora lo había abordado en su perspectiva religiosa y eclesiástica
con la amplitud, profundidad, rigor y claridad que se muestra en este libro. Se habla
siempre del navegante, del descubridor, del colonizador, pero muy pocos lo hacen de su
espiritualidad y de su implicación en el proceso de evangelización, cuando, en realidad,
parece que era el motivo principal de su proyecto. Eso no quiere decir que se trate de un
ensayo apologético, pues con honestidad se muestran también sus «sombras», aunque
ciertamente emergen bastantes «luces» que habían sido ignoradas o simplemente
pasaron desapercibidas. Con todo, no hay que olvidar que la historia es interpretación, y
nadie podrá apropiarse la visión exacta de cómo fueron las cosas. Y tampoco es tarea
nuestra juzgar, sino intentar entender. Pues bien, incluso los lectores ya versados en el
almirante y en la historia de la evangelización de América se verán sorprendidos por
este nuevo enfoque del personaje y del proceso de los primeros años. Además, el autor
no solo fundamenta sólidamente sus tesis, sino que ofrece directamente las fuentes
principales para que el lector pueda contrastarlas por sí mismo.