Nací en Almansa, provincia de Albacete, en una familia muy humilde y trabajadora.
Por aquellos tiempos difíciles de mi niñez, y antes de cumplir los seis años, pedía a mi madre que me
llevara al colegio; tanto insistí que, acercándose al colegio José María Pemán, habló con el director, don Domiciano, y este, ante mi insistencia, dijo que asistiera a clase y conforme pudiera me enseñaría a leer y escribir. Así fue como empecé aficionándome a la escritura.
Recuerdo que, con cuatro o cinco años más, me aficioné a escribir versos; por supuesto, sin rima alguna. También, algún tipo de cuento o historia inventada, pero, como aquello no llevaba dinero a casa, antes de cumplir los catorce años, edad para trabajar, y después de haber obtenido el certificado de Estudios Primarios, fui a la fábrica de Luis García Pastor, fábrica de zapatos; por supuesto que por entonces había muchas.
Duré en aquella poco tiempo, pasando a ocupar un puesto en otra fábrica de cerámica siendo aprendiz de contable. Sobre los quince, dieciséis años, tenía extrañas sensaciones; raros pensamientos afloraban a mí, ideas complejas que no sabía definir. No conocí
la niñez y quizás tampoco casi la juventud, pues razonaba como una persona mayor cuanto observaba, analizando las causas de lo que es en sí la vida.
Me entretuve en contemplar la madre naturaleza, extrayendo de ella sus sabios consejos, y los adapté a mi forma de pensar y de sentir. Entonces comencé a escribir el poco tiempo que tenía, sintiéndome parte de ella, y razoné estas experiencias.
Más tarde, cumpliendo los veinticinco años, conocí a otras personas y, al igual que yo, también pensaban lo mismo. El estudio fue constante, prudente, sosegado, y a partir de aquí es cuando comienzan en verdad mis reflexiones de por qué vivo en este mundo y las circunstancias que me llevan a pensar de diferente manera.
No tengo estudios superiores donde poder apoyarme; aprendí cuanto conozco en el libro de la vida,
soy un sujeto autodidacta buscando la evolución que necesita toda idea en la escuela del mundo Tierra.
Llevo escribiendo, más de cuarenta años, poemas, cuentos, historias filosóficomorales y con algo de
misterio que, por extrañas circunstancias, hablan de otros mundos diferentes, otras dimensiones existentes siempre en la evolución constante de los seres y las cosas, partiendo de un todo de amor y perfección como chispa inteligente inmortal hacia un lugar sin definir en lo infinito.
Llevo publicados dos libros y este, que será el tercero. Recopilado tengo un cuarto que publicaré para el otoño. Tengo terminado dos más que no sé cuándo los publicaré y estoy escribiendo otro sobre la vida de los seres humanos en el Mundo de las Ideas tras la transición de la muerte, como a esta dimensión la llamaban Sócrates y Platón.
Esta es en sí mi vida como escritor autodidacta y curioso pensador.