Desde los campos de mi pueblo o desde los montes de tierras vascas mi agradecimiento, a todos cuantos me dejasteis ese tiempo necesario para hacer realidad ese sueño que siempre estuvo anidando en mi memoria, Marian como no ella está en cada letra y Estitxu es el silbar del viento de las noches frías de invierno pero será otro el u otra que dará ese salto leyendo en un lugar espero y el Tormes deje cautivo el beso de nuestra catedral y bajo ese cielo azul ver un gran pueblo y una torre que como un antiguo Ibérico deja tras de si mi barca que navega por un mar de encinas desde el norte para ir en silencio a posarse como el vencejo y una cornisa halla cercana al ayuntamiento.
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