Si tantas veces he robado. ¿Cuánto soy ladrón y cuánto soy bondadoso? Merezco ser degollado, lo sé. Merezco ser perdonado, también lo sé. Dar y matar al niño enfermo, herido o pobre. Dar y matar, ley de existencia, ley de peligro, ley de salud. No quiero ser exiliado, pero adoro que me destierren. Mis sentencias, con cariño para mí y para todos ustedes.
Hasta la más minúscula arena que trae un viento desértico es razón para pensar, para hacerse preguntas, para buscar respuestas, ya sean en el viento, la arena, el sol, la luna o incluso unas simples páginas. Aunque confusas son algunas de las brutalidades o delicadezas, de las hecatombes o de los supervivientes, existe una llamada a la introspección; a mirar al interior, a la cercanía, a la emoción, a romper la limitación en los modos de sentir, e incluso a cambiar cualquier opinión que sea hermética.
Saúl Gómez
Aún no hay valoraciones. ¡Sé el primero en valorar este libro!