Alguien dijo que el humor es una manera diferente de ver las cosas, y ello aunque se trate de algo tan serio y formal como sin duda es la Historia. Y debe de ser cierto porque cuando he tomado trozos precisamente de esa ciencia y los he salpimentado con una pizca de guasa y unas gotas de humor, el resultado ha sido tan sorprendentemente divertido que no he podido resistirme a compartirlo con los demás.La tarea no ha sido sencilla porque al carecer de toda documentación gráfica que pudiera ayudarme, he tenido que reconstruir “a capella”, escenas y situaciones para así, de esa manera imaginarme cómo pudieron ser algunos de aquellos momentos memorables del pasado, como ese, por ejemplo, en el que a uno se le ocurrió un día hacer algo que antes nadie había hecho. Siempre me ha intrigado cómo pudieron haber sido precisamente aquellas primeras veces, porque creo que fueron algunas ellas las que nos han ayudado a alcanzar ese “estatus” privilegiado que nos permite afirmar, que a pesar de las barbaridades que a lo largo de los siglos hemos cometido, la Historia, además de divertida, siempre ha sido una aventura de lo más insólita y sorprendente.
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