Fue en aquella época que rezó como un desesperado de noche y de día, pero sobre todo de noche. Un compañero de la cama de al lado rezaba el Salmo 88 y, de tanto oírlo, aprendió.
Señor mi Dios. Te suplico de día y de noche. Si busco tu presencia me quejo. Espero que hasta ti llegue mi oración. Mi alma está al borde del abismo con tantas pruebas. No soy un hombre, soy un niño y estoy acabado. Apiádate. En estas camas que habitamos, parecemos todos muertos ¿y tú ya no te acuerdas? Dejad que los niños se acerquen a mí. Me han dicho que decías, y sin embargo tu cólera ha pasado sobre mí. Te pido auxilio. No entiendo de este terror y delirio. Señor, soy un niño.
ISBN/13:
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Editorial:
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Temática:
9788491949459
178
150x210
Tapa blanda con solapas
2018-11-20 18:14:20
Grupo Editorial Círculo Rojo SL
Español
Ficción moderna y contemporánea (FA)
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Érase una vez una mujer de tipo corriente. Aprendiz a tiempo completo. Lectora de palabras y lenguajes corporales. Nada fuera de lo normal.
María del Carmen Santacruz (M. C. Santacruz para los amigos lectores) abrió los ojos por primera vez en Madrid en la Clínica de Santa Cristina el día 9 de junio de 1953.
Lo mejor que le pasó fue que durante diez años tuvo el mejor público que se puede tener, los niños del parvulario en el que trabajó. Todos los cuentos eran inventados por ella y los pequeños.
Caminante por lugares variados. En Madrid participó en tertulias literarias en los lugares más insospechados. Desde hace varios años participa en las redes sociales, revistas, radio, micros abiertos, homenajes, antologías y recitales.
Hace mucho tiempo que descubrió que los ciegos son seres con poderes sobrenaturales.
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