La inspectora Marcos decidió acelerar su plan. Sin pérdida de tiempo marcó unnúmero de teléfono. “A ver si tengo suerte” –siseó mientras esperaba.Estaba intrigada por conocer a este Javier a quien llegó a poner en la lista desospechosos cuando todavía no sabía de quién se trataba.̶ Soy Elena Marcos, de homicidios –se identificó nada más oír la voz de JavierFuentes –y quisiera hablar con usted. ¿Podría venir a comisaría dentro de media hora?Durante unos segundos solo silencio; la inspectora, antes de recibir un no porrespuesta, se apresuró a allanar el camino.̶ Sí, ya sé que es un tanto inoportuna mi petición, pero le aseguro que solo seráncinco minutos.̶ Me saca usted del trabajo, agente.̶ Inspectora, si no le importa –rectificó Elena Marcos.̶ Perdone, inspectora. Pero el caso es que estoy ocupado.̶ Si le incomoda, puedo desplazarme a donde usted me diga.̶ No, no es necesario –negó rápidamente Javier Fuentes –espéreme en comisaría.Intentaré ser puntual.̶ Se lo agradeceré.
Aún no hay valoraciones. ¡Sé el primero en valorar este libro!