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La arqueologíca, esa actividad que permite aproximarse a las formas de vida de los grupos humanos que nos antecedieron a partir del análisis de sus evidencias materiales, es para muchos una profesión exótica y apasionante, pues abre la posibilidad de asomarnos a esos hechos pretéritos y nos convierte en una especie de testigos del comportamiento y actividad humana a través del tiempo.
Pero esta disciplina resulta doblemente atractiva en esta nuestra América, por que el trabajo nos lleva hacia la montaña, la selva, el bosque, el desierto, la cueva, el cenote, la casona antigua y a otros tantos sitios, a veces tan insólitos como maravillosos, a donde la mayoría de la gente no suele llegar. Pero más allá de la aventura que significa trabajar en esos contextos, sucede que en ocasiones, durante el desarrollo de los trabajos arqueológicos, de pronto y cuando menos se espera, ocurren eventos que rebasan nuestro entendimiento, hechos que se catalogan como “raros”, “extraños” o “inexplicables”. Las propias comunidades locales hablan de la existencia de “chaneques”, “aluxes”, “malos vientos”, “espíritus”, “guardianes”, “fantasmas”, seres sobrenaturales o fuerzas que habitan o protegen esos lugares y por ello hay que tener cuidado y pedir el debido permiso. Todo esto por supuesto que está más allá de nuestra razón. En este libro nos hemos dado precisamente a la tarea de recopilar narraciones acerca de las vivencias de varios arqueólogos y otros profesionales vinculados con la disciplina; se trata de eventos muy concretos que pueden ser catalogados como "misteriosos", "raros", "sobrenaturales" y hasta "tenebrosos" y que por ello se habían mantenido en reserva. No se pretende encontrar una razón o una explicación, se trata más bien de presentar las diversas narraciones o “historias arqueológicas” en la voz de quienes las vivieron (o sufrieron). Son hechos que en realidad sucedieron y que por ende son, a final de cuentas, historias de la vida cotidiana del arqueólogo en el campo. En esta recopilación hay una amplia diversidad de participantes, así como de tiempos, circunstancias, regiones y espacios en los que ocurrieron esos hechos, pero en dichas narraciones se destaca un elemento fundamental e inevitable que es la percepción individual, aunque varias historias refieren a sucesos que ocurrieron a grupos de personas.
La invitación para el lector es que discurra por esos mundos que se han ocultado, para iluminar aún que sea un poco esas sombras y escuchar esos leves susurros, que se perciben en ocasiones lejanos y de los que se habla en voz baja. A fin de cuentas la arqueología no sólo consiste en asomarse a otros mundos, sino a otras percepciones también.
El libro incluye historias de varios autores, pero la coordinación fue realizada por dos persnas:
Luis Alberto López Wario y Luis Alberto Martos López.
Luis Alberto López Wario es nativoo de la Ciudad de México con profundas raíces en Lagos de Moreno, Jalisco. Es arqueólogo egresado de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) en México e investigador de tiempo completo en el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-México) desde hace más de 43 años. Fue docente en la ENAH, titular en dos direcciones de arqueología del INAH y cuenta con trabajos en diversas áreas de la república mexicana. Ha publicado varios textos de corte científico y de divulgación. Sus temas de interés son la protección del patrimonio, la historia de la arqueología y la divulgación del quehacer arqueológico.
Luis Alberto Martos López nació en la ciudad de México. Es arqueólogo y doctor en Antropología por la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH-México), además de licenciado en Lengua y Literaturas Hispánicas por la Universidad Nacional Autónoma de México. Es investigador de tiempo completo de la Dirección de Estudios Arqueológicos del Instituto Nacional de Antropología (INAH-México). Ha sido subdirector de investigación del Museo Nacional de Antropología y Director de Estudios Arqueológicos, además de dirigir y participar en numerosos proyectos en Baja California, el centro de México, Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Tabasco y Chiapas, y en países como El Salvador, Belice y Argentina. Ha publicado 8 libros, una novela infantil y más de 80 artículos de arqueología e historia.
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