Hasta los veinticinco años, Callum McKenna fue un temido y violento pistolero en la peligrosa banda Las Águilas de Mitchell, en el este de los Estados Unidos. Debido a su brutalidad y sangre fría en cada golpe, fue expulsado por el propio líder. Desde entonces, vaga por los estados de Kentucky, Misuri y Arkansas con su banda de malhechores, tratando de ganarse la vida delinquiendo. Pronto se da cuenta, tras un atraco al carruaje de una familia alemana, de que Estados Unidos de América progresa de forma incesante y que ya no hay lugar para personas como él en los estados del este. Consciente de que debe cambiar de vida, emprende la marcha hacia el salvaje oeste: el lugar ideal para quienes no desean ser encontrados y donde puede comenzar de cero. Su nueva vida lo alejará de todos los delitos cometidos, pero el pasado siempre vuelve, incluso en el árido desierto de Arizona. Ni siquiera en la desoladora pero progresista ciudad de Olmedillo —donde se espera, como agua de mayo, la construcción del gran puente que conectará ferrovialmente el este con el oeste— podrá evitar separarse de su revólver y su carabina. Último puente para matar es un thriller con mucha acción, ambientado en la época del auténtico lejano oeste: escenarios con poco glamour, rostros sudorosos, ropas polvorientas, paisajes áridos, violencia por doquier y personalidades carentes de moral. Un territorio donde la vida era un verdadero infierno.
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