Explorador de los lenguajes emocionales en todos los formatos, que persigue construir puentes comunicativos buscando nuevas fuentes de energía afectiva.
En este su segundo libro, Carlos Villarrubia amplia esa zona sensible de la emoción, de los sentimientos que debemos dejar fluir para entablar relaciones afectivos que perduren en el espacio y en el tiempo. En un momento donde las relaciones nos son esquivas, y parece que el amor líquido se instala en nuestros corazones, él nos propone pararnos, dar un paso al lado y observar desde lo más íntimo de nuestro ser aquello que nos rodea para reiniciarnos desde la empatía y la humildad emocional.
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