Este sitio web almacena cookies en tu PC, las cuales se utilizan para recopilar información acerca de tu interacción con nuestro sitio web y nos permite recordarte. Usamos esta información con el fin de mejorar y personalizar tu experiencia de navegación y para generar analíticas y métricas acerca de nuestros visitantes en este sitio web y otros medios de comunicación. Para conocer más acerca de las cookies, consulta nuestra política de privacidad.
Si rechazas, no se hará seguimiento de tu información cuando visites este sitio web. Se usará una sola cookie en tu navegador para recordar tu preferencia de que no se te haga seguimiento.
En una muy antigua carta (9 de marzo de 1078), el papa Gregorio VII recuerda al legado pontificio, Hugues de Die, lo siguiente: «La costumbre romana consiste en tolerar algunas cosas y en silenciar otras…». ¡Perfecto diagnóstico! Esto es lo que ha ocurrido mucho tiempo después en relación con la protección de los menores frente a conductas contra el sexto mandamiento, protagonizadas por una parte del clero llano e, incluso, por algunos altos miembros de la jerarquía católica. Esto es tolerancia y silencio.
Con esta cumbre episcopal —presidentes de todas las conferencias episcopales del mundo— se abrió un proceso novedoso —ha tenido su continuidad en el Sínodo de la Amazonía—, que puede culminar en el establecimiento de un modo diferente de entender y ejercer el gobierno en la Iglesia del futuro. Todo dependerá, en el fondo, del rigor y la coherencia que toda la Iglesia sea capaz de poner en su logro.
La opinión pública internacional denunció, de modo inmisericorde, la hipócrita actitud de muchos líderes religiosos —obispos— y de muchos responsables de varios organismos de gobierno en el Vaticano. Yo mismo he levantado, desde hace mucho tiempo, mi voz crítica frente a este verdadero «culto sacrílego».
Si uno es objetivo, ha de expresar que no todo lo ocurrido en esta cumbre episcopal fue oro puro. Hubo mucha apariencia, mucho afán de crear una imagen no correspondiente con la realidad, demasiado «gatopardismo», poca escucha a las víctimas y a sus propuestas —decepcionadas—, no atreverse, ocultar de nuevo aspectos esenciales de la verdad de lo ocurrido, no haberla pensado ni organizado de forma tal que los presidentes fueran los verdaderos protagonistas de su quehacer, no haber abordado la aprobación de medida alguna —no normativo—.
Gregorio Delgado del Río es natural de Los Villares (Soria). Se doctoró en Derecho canónico y civil en la Universidad de Navarra. Ha sido profesor de la Universidad de Navarra y catedrático de las universidades de Extremadura, Valencia y Baleares. Abogado civil y rotal, es socio fundador del bufete Delgado&Asociados. Entre sus publicaciones, cabe destacar: Error y matrimonio canónico, El matrimonio en forma religiosa, ¿El divorcio católico? Un sitio a la verdad, El proceso de nulidad de matrimonio, Otro matrimonio es posible, Desde lo femeninamente in/correcto, La custodia de los hijos. La guarda compartida: opción preferente, La investigación previa. La respuesta de la Iglesia al delito de abuso sexual, La santidad fingida. La utopía de una sociedad diferente. Asimismo, ha colaborado en diferentes revistas nacionales e internacionales relacionadas con su especialidad y en la prensa diaria —El Mundo, Última Hora, Religión digital.org—.
Menciones de Prensa y Enlaces de Interés
No tiene menciones en prensa todavía
No hay booktrailer disponible
No tiene menciones en prensa todavía
Tu plataforma online de venta de libros Los libros, nuestra pasión. La tecnología, nuestra ventaja
¡Únete a nuestro nuevo canal de Telegram para no perderte ninguna novedad!Unirse ahora
Detalles técnicos de la Edición
Información sobre la preventa
Los libros comenzarán a enviarse a partir de la fecha establecida como final de la preventa. En caso de haber agregado más de un título diferente en su carrito de la compra, se aplicará la última fecha de preventa de cualquiera de los libros.