Obituario a una musa

José María Arroyo Díaz nace en Los Navalmorales (Toledo) en el año 1952; allí trascurrió su niñez, donde acaecieron hechos en su entorno que en aquella infancia observó con asombro, como la mujer que con trasmallo pescaba barbos y luego los vendía casa por casa, transportados en cestas de mimbre, donde llevaba los peces y la romana; aquella otra que en el estío, sentada a la sombra en la puerta de su casa, zurcía algún roto en la ropa, y el roto desaparecía; aquel hombre, el sillero, que con espadaña reparaba el asiento roto de la silla; o el lañador que con lañas rehacía el roto cántaro de barro. Siempre le hechizaban los diferentes nidos construidos por los pájaros, arquitectura que habría de soportar la vida, primero los huevos y más tarde los polluelos que nacerán de ellos. Allí tuvo sus primeras inspiraciones literarias y vislumbró las primeras musas de forma fantasmagórica, quizá asociadas a las redacciones que le mandaba el maestro en la escuela, cosa que le obligo a usar de forma, a veces delirante, la imaginación; en su recuerdo figuran alguna de esas redacciones referidas al huerto, el tren, la montaña, la nube, la lluvia, el viento, o la musa; temas sobre conceptos reales o quiméricos.  Esos fueron, en realidad, sus primeros escritos a los que debía incorporar además ilustraciones con colores y alguna forma de maquetación. Es licenciado en veterinaria (1976) por la Universidad Complutense de Madrid. Poemarios publicados con la editorial Punto Rojo libros: Sombras, año 2021 Oniros, año 2022